Cómo ser motociclista y no morir en el intento

La moto, a diferencia del automóvil, tiene una relación con su conductor totalmente simbiótica, aunque pueda parecer una exageración.

Quien se dispone a manejar una moto, sea para transporte, esparcimiento, y ni que hablar con un fin deportivo, debe tener en cuenta que todas las ventajas dinámicas que este vehículo ofrece, son también motivos de riesgos que en otros vehículos no se hacen frecuentes con tanta facilidad.

El peso y la potencia, traducidos en agilidad de desplazamiento en el tráfico intenso, el poder de frenado, muy efectivo, la gran maniobrabilidad en comparación al auto, y varios factores físicos más, hacen de la moto, un vehículo ideal para el uso diario en las ciudades, pueblos, en radios extra urbanos, pero muy peligrosa, si no se la conduce bajo un concepto realista y frío (justo lo contrario de lo que se considera a este apasionante vehículo).

Voy a tratar de explicar cómo hice para moverme en moto todos los días de mi vida, en pequeñas, medianas, y más o menos grandes motos , para ir al trabajo, viajar, pasear, etc., sin pensar que soy un virtuoso de la conducción y también dejando en claro que la fortuna hasta hoy me ha acompañado.

La seguridad vial cuando se conduce moto podemos dividirla en dos:
· 1-Seguridad activa.

· 2-Seguridad pasiva.

La primera (activa) se refiere a los recaudos que hay que tomar continuamente durante el tiempo que se pasa conduciendo la moto.

Yo los considero las armas imprescindibles para prevenir todos los eventos que pueden ocurrirnos en la calle o en la ruta.

Voy a poner en primer término, el más importante elemento que nos debe regir: LA DESCONFIANZA.

La confianza y relajación son sinónimos de ACCIDENTE, así de fácil lo entiendo yo, (y me asiste la razón dado que estoy sano y sin accidentes).

A través de este artículo voy a ir dando pautas de la importancia de no confiar en nada ni en nadie mientras conducimos.

A diario, tenemos infinidad de casos en los que si observamos veremos la precariedad con que se conduce, y por ende, la fragilidad de nuestra existencia entre autos, camiones, peatones, etc.

Una regla absolutamente simple y primaria, en un porcentaje alarmante, no se respeta: (no solo por motociclistas). SE CIRCULA POR LA DERECHA, Y SE SOBREPASA POR LA IZQUIERDA.

Este tan antiguo concepto, después de decenas de años, no se tiene en cuenta, ya sea por ignorancia, distracción, o simplemente porque conducimos de una manera suicida o cuanto menos, anárquica.

Me detengo aquí: el espíritu del motociclista, ha tenido siempre simpatía con la anarquía (o sea “sin gobierno”) y es el modo romántico de tomar este vehículo como un instrumento de libertad y diferenciación en medio de una sociedad tan estandarizada y regida por leyes, “como mínimo aburridas”…., la razón más fácil de entender cuando se busca el motivo de tantas muertes, o discapacidades producidas en accidentes.

Hoy en día, la moto es un objeto de consumo mas, como cualquiera que se pueda comprar con dinero, tarjetas, etc.

Ya la moto no nos transforma en un símbolo de hombre bohemio, curtido de mil batallas entre frío, lluvia, nafta, grasa, cueros, cadenas, pandillas de dudosa catadura, etc.

Hoy, nos dicen “Motoqueros” (fea palabra). Y el colectivo de motociclistas (como yo los llamo), está dividido en 2 facciones (no necesariamente enfrentadas).

Los que usan moto de baja cilindrada (hasta 200cc), por necesidad de transporte.
Los que tienen una moto mediana o grande cilindrada (ahora existen cilindradas grotescas, para diversión o paseo, etc.

Las motivaciones por las cuales cada uno sube a su moto son en apariencia diferentes, pero lo que es seguro es que no es la misma cabeza la que nos rige cuando manejamos un auto, que cuando manejamos una moto.

Algo se acelera, se transforma, nos pone en otro plano de observación (ya no estamos en un sillón, sino que estamos en una silla de montar) y es ahí cuando, si no nos mentalizamos bien, empieza la película de acción y suspenso….

Hasta aquí voy a llegar con esta disquisición filosófica que espero que sirva para que cada uno se sienta identificado para bien, o para mal.

Continuando con Seguridad Activa , voy a enumerar varios motivos de desconfianza, que como ya dije, es el arma más efectiva para sobrevivir.

Para los demás actores que se desplazan en las calles, nunca debemos confiar en que nos han visto (ni hacia adelante, ni hacia atrás).

Siempre deberemos pensar que el conductor de ese auto que cruza en una esquina, cree que el tiene el derecho a pasar (porque la moto es más pequeña, porque él cree que es mas “vivo” al pasar primer, o por lo que sea, DEJENLO QUE LO CREA; ( y que pase primero).

“Olvídense de la ley de la mano por donde circulamos (derecha o izquierda).

Cuando tengamos que discutirlo, será porque el accidente ya se produjo.”

Si vamos a sobrepasar un auto (siempre por la izquierda, NUNCA por la derecha), asegurémonos que nos han visto (toque bocina, haga seña de luces, etc.), y si tiene vidrios polarizados, no arriesguen. Es muy posible que no nos hayan visto y nos guarden una sorpresa.

Vidrios Polarizados: este ítem merece un par de líneas en este informe.

Esta moda de ir en un submarino (eso me parece a mí), es un factor de riesgo mucho más importante de lo que se acepta. Lo explico: quien maneja un auto con vidrios polarizados no ve correctamente hacia los costados, ni hacia atrás, aunque todos los automovilistas que lo usan aseguran que si….

El hecho de que solo lo instalen en ventanillas y lunetas dejando el parabrisas totalmente (a veces ni eso), no nos garantiza a los motociclistas que nos hayan visto, pues hay muchos momentos en los que la imagen de vehículo (o lo que se le cruce….), aparece en el parabrisas bruscamente, pues el contraste de claridad u oscuridad produce instantes de confusión (o encandilamientos).

Además ocurre el hecho de que nosotros mismos (los motociclistas), no le vemos la cara al conductor como para estar seguros de que nos están viendo.

Consideren cómo nos pueden ver de noche (y lloviendo). Una vez más: DESCONFIANZA.

Otra precaución a tomar, ya que hable de lluvia, debe tenerse en cuenta en los primeros momentos de una lluvia (peor todavía si es llovizna), pues el asfalto verdaderamente resbaloso se produce ahí, luego cuando la calle se lava, hay mejor adherencia.

También, cuando llueve se juntan dos elementos peligrosos: la falta de adherencia en el asfalto y de manera sorpresiva, por efecto de la humedad, el funcionamiento brusco de los frenos (sobre todo los de cinta) que nos pueden llevar al piso imprevistamente.

Ahora, hablemos de frenos:

Frenar en moto no es lo mismo que frenar en auto.

Un automóvil tiene un sólo pedal de freno y sin embargo se debe de ser cuidadoso al accionarlo.

Frenar una moto: voy a enunciar el concepto más real, pero a su vez menos conocido (y lamentablemente muchas veces negado por la ciencia popular…..): UNA MOTO SE CONTROLA CON EL FRENO TRASERO Y SE DETIENE CON LOS DOS.

Justo es reconocer que ha cambiado un poco esa vieja creencia de que al tocar el freno delantero en moto equivaldría a una caída, pero aun persiste ese sentimiento de duda o miedo respecto de usar la maneta derecha.

Y si fuera tan peligroso el freno delantero , ¿Por qué una moto trae de fabrica tal elemento?.

Más aún, ¿por qué es más grande y poderoso que el trasero?

Todavía vemos muchas motos de pequeña y mediana cilindrada (en mal estado de mantenimiento) que, una vez que se cortó el cable de freno delantero, nunca más lo repusieron. Igual que si ese freno fuera a disco y rompió la manguera de líquido de freno, etc.

Esta ignorante costumbre se ha llevado muchas vidas, o cuanto menos piernas brazos, etc.

Si usted frena sólo con el freno trasero a partir de los 15 km/h, la moto sigue sin control, y peor aún produce un patinaje lateral (derrape) que en un 90% de los casos lo llevará al suelo (muchas veces directo a las ruedas de un auto, camión, colectivo, etc.)

Repetimos y ampliamos como realizar correctamente el frenado: si la maniobra tiene margen de tiempo y distancia para pensar y modular la potencia de frenado, la operación es la siguiente: toque suavemente el pedal de freno trasero y simultáneamente de un modo progresivo, presione la maneta de freno delantero hasta conseguir la velocidad adecuada al momento, ó la detención de la moto.

Este procedimiento que seguramente les llevará a pensar que quien escribe esto exagera en cosas que cualquiera conoce; debe ser absolutamente instintivo y la única manera de adquirirla es practicando. Si, dedicando algunos minutos repitiendo este modo de frenar, se puede conseguir que nos salga naturalmente para que cuando tengamos que frenar sorpresivamente aprovechemos el máximo poder de frenado de nuestra moto… (Y seguir sanos).

No vamos a hablar del estado de los frenos y de las cubiertas, porque de eso se habla siempre, pero si se les recuerda que el único ABS que tenemos en moto es nuestra sensibilidad en las manos y en los pies (y en el sentido común).

Para terminar con este apartado tan importante, es vital tener en cuenta las condiciones de adherencia del piso para frenar hasta donde se pueda, porque en piso mojado, ripio, barro, zona bacheada, etc., frenar bruscamente es muy riesgoso.

Por último, un consejo en apariencia tonto con respecto a la regulación de los frenos traseros a cinta: ojo!, cuando se estira la cadena ( se corre el eje trasero hacia atrás algunos milímetros.), porque pierde holgura la varilla que acciona el pedal de freno, pudiendo hacer que frene la rueda involuntariamente cuando la moto está cargada con dos personas (tener en cuenta ese detalle, ocurre a menudo).

No nos extenderemos en cuestiones de manejo puro, como sería dar consejos sobre cómo circular en ruta, donde debería explayarme sobre temas como: cómo abordar una curva, y cuestiones de viajes, manejo en grupos, señales, etc.

Este modesto informe tiene como objetivo fijar cual es el concepto madre (o padre si les gusta así), que debería permitirle a cada motociclista disfrutar de este hermoso vehículo gracias a que entendió cual es el modo de manejar (y manejarse arriba de ella).

Si se nos hace carne el concepto que este informe propone, las probabilidades de accidente deben reducirse notablemente.

Nuestro modo de circular debe de ser suave, armonioso con el entorno, (excepto de ruidos molestos, tal cual lo dice la ley). Si manejamos exageradamente, acelerando bruscamente, etc., es muy posible que debamos frenar también bruscamente.

En el terreno de la conducción, todos nos vuelve como premio o como castigo, más o menos como decir que nuestro carácter se transmite a la moto, pero es algo que debemos tener muy en cuenta: si usted tiene un carácter crispado, violento, que está a punto de chocar con los demás (a punto de chocar en discusiones, digo!), lo más posible es que su manejo sea así (saque sus propias conclusiones).

Nos parece mentira, pero 40 km/h, tal como dice la reglamentación de tránsito en la zona urbana, es el umbral que divide la tranquilidad de ir avanzando de manera provechosa y tranquila, de sustos imprevistos, stress, en definitiva.

Con sinceridad haga la prueba de mirar el velocímetro y verá que a partir de los 40km/H, en ciudad, todo se complica.

Claro que hoy en día, parece que andar suave y sin prisa es cosa de viejos, pero…¡ qué poco chocan los viejos!

Una prueba infalible para saber qué tipo de conducción realiza usted con su moto, es preguntarle a un eventual pasajero, alguien que usted haya transportado por algunas cuadras, la opinión que tiene de su conducción. Si esa persona es alguien sincero, le dirá la verdad y no se enoje si se entera de que usted maneja de manera temeraria, agradézcale la observación (Y actué bajando los decibeles).

RESUMEN DE LO MÁS IMPORTANTE HASTA AQUÍ ES:

· TENER DESCONFIANZA.
· MANEJO SUAVE, ARMONIOSO Y RESPETUOSO.

Un último beneficio que obtendremos de un manejo suave y armonioso: nuestra moto sufrirá muchísimo menos el desgaste propio del uso. Ecuación inexorable: uso = desgaste, abuso = destrozo.

No voy hablar aquí de mantenimiento mecánico de nuestra moto, pero termino este ítem dejándoles esta reflexión.

Uso normal: (con cariño hacia nuestra moto) = Mantenimiento mínimo: (manual del propietario).

Abuso: (a veces parece que odian a su moto) = Reparaciones múltiples.

Recuerden el inicio de este informe cuando hablo de la simbiosis del motociclista con su moto, entenderán un poco más que esta forma de estar tan cerca de la moto tiene que ver con lo espiritual y en lo físico, o sea que si la tratamos mal se rompe ella y nos rompemos nosotros.

2- SEGURIDAD PASIVA: llegados a este punto debemos decir que todo lo que viene a continuación servirá una vez que hayamos tenido un encontronazo con la dura realidad. De modo que aquí hablaremos de elementos de protección preventiva, desarrolladas para reducir las consecuencias de los accidentes (muchas veces inevitables, no vamos a ser infalibles, sólo menos precarios en nuestro desenvolvimiento, y menos frágiles, una vez producido tal accidente).

CASCO: este elemento, amado, odiado, negado, reconocido, ignorado, despreciado y no exactamente valorado es el único que nos salvará la vida si nuestra cabeza impacta contra un auto, camión, o el propio asfalto.

No voy a repetir conceptos mil veces escuchados, vistos y leídos en los medios de comunicación, etc.

Aceptadas las virtudes de éste, sin más, pasemos a hablar, muy en serio, en detalle, del uso del casco.

Existen tres tipos de cascos para motociclistas:

· Abierto (tipo jet).
· Integral ( cerrado)
· Abatible (cerrado transformado en jet).

Hay un cuarto tipo de casco que en ciudad es el más usado el casco sin atar, o mal ajustado (le pongo una sonrisa a este comentario para mirarnos con sinceridad brutal).

Usted puede elegir según su gusto personal, pero a groso modo les digo que un casco abierto es seguro mientas no impacte nuestra cara con algo duro. Un casco integral cubre mejor nuestra cara (mentón) y un abatible nos permite abrirlo como un jet, si hace calor, etc.

Para que un casco nos sea útil, debemos respetar dos puntos fundamentales:

Que es casco sea homologado. Yo acentúo esto: homologado en serio (para ser exactos debe de ser de calidad).

Lo más importante: cualquiera sea el casco que use llévelo ATADO! SI, CON LA CORREA BIEN AJUSTADA, UN CASCO DESABROCHADO ES ABSOLUTAMENTE INÚTIL ( y peligroso)

Les amplío este concepto: un casco desabrochado o flojo, no solo no nos protege sino que nos puede producir una lesión cervical en caso de accidente. Lo explico. La estructura de un casco está compuesta por tres elementos:

· La CALOTA o carcasa externa (lo que vemos por fuera).
· El INTERIOR que amortigua los golpes.
· La CORREA ó CINCHA ajustable que no permite que el casco se salga o se desacomode de su lugar (nuestra preciada cabeza)

El visor transparente ó la burbuja en caso de cascos abiertos, es un cuarto elemento que no hace a la protección de golpes (si de la visión).

La función protectora de un casco está repartida de una manera equitativa, entre estos tres elementos, pero de ninguna manera disociada.

Así entonces: la calota debe ser fuerte, pero no por eso va a ser de hierro ( sería muy pesa y su extrema rigidez no permitirá que el impacto sea absorbido).

Este es el primer componente en recibir el golpe, pero su capacidad de absorción es muy escasa en comparación al interior del casco. Este es el mayor responsable de la función protectora. Sus distintas capas (en cascos homologados y de primera calidad), de materiales que amortiguan, reparten (no evitan) la fuerza de choque y de esa manera nos puede salvar la vida.

GRÁFICA DE COMPOSICIÓN DE UN CASCO ABIERTO O JET


Aquí es cuando puedo explicar porque el ajuste a medida del casco es tan importante para que cumpla su función. Si el casco no nos ajusta bien (baila en nuestra cabeza), al recibir un golpe se puede girar en su posición produciéndonos un efecto cizalla en nuestro cuello, pudiendo generar una lesión cervical (parálisis, etc.)

Es importante probarnos el casco cuando lo compramos. Existen distintas medidas, S (small), L (large), XL (extra large) y otras según la calidad.

Una manera tradicional de ver si el casco nos ajusta bien es, con el mismo colocado, mirar hacia abajo (torso inclinado) y que no se nos caiga (con la correa desabrochada). El ajuste debe ser firme, pero no incómodo.

La incomodidad genera distracción y aislamiento. Este tan importante punto debe ser acompañado del imprescindible ajuste de la correa.

Llegados a este punto quiero decirles: un casco desabrochado es igual que a un “sombrero duro”, pero infinitamente más peligroso.

Además tengan en cuenta que cuando tengan un susto y frenen de golpe, aún sin impactar contra nada, el casco flojo y sin atar caerá al suelo antes que nosotros ósea que el cartel que debería estar en las calles debería ser:

CONSIDERACIONES POCO CONOCIDAS ACERCA DE LOS CASCOS

Un casco una vez que sufrió un impacto ya no sirve, su composición interna se movió ya no va a absorber los golpes tal como fue diseñado.

Un casco envejece y literalmente, se vence: si, los materiales de un casco (plástico, poliuretano, telgopor, fibra de vidrio, etc.), se degradan con el tiempo (no más de8 o 10 años) y aunque no hayan tenido impacto, tampoco sirven más.

Un casco homologado en serio no es nada barato: si nos fijamos en la parte trasera y en la garantía, deberemos comprobar si tiene certificación (norma IRAM, DOT, ISO, etc.).

Hoy en día, la fabricación de muchos artículos (incluido el casco), tienen muy buena presentación, pero la capacidad de salvarnos la vida pasa por otro lado.

Una manera empírica y eficaz de comprobar la calidad de un casco es el peso.

Comparen un casco barato con otro de alto precio y se sorprenderán con la diferencia de peso (entre otras cosas).

En otro orden de consideraciones, ya en el plano más emotivo y menos técnico (si se quiere), quiero detenerme en el uso (poco frecuente, pero muy necesario) de los cascos infantiles.

Esta denominación (cascos infantiles) es la que yo denomino, de “mínima efectividad” y de “máxima demagogia”. Me hago cargo de lo que pienso, expreso y explico: los cascos que se comercializan para uso de niños, son a mi modo de ver “de juguete”.

Como con la vida no se juega, consideremos si es serio, justo y sincero que “protejamos” a nuestros más preciados pasajeros (nuestros hijos) con cascos que, con solo verlos y solo pesarlos sabemos que no cumplen mínimamente con ninguna norma de seguridad.

Yo aconsejo el casco como máximo (y casi único elemento) que nos puede salvar la vida, pero lo mismo aplico en cuanto a los cascos para adultos. En el caso de los niños, me pongo mucho más firme, pues aquí la hipocresía se hace mucho más notoria (y dolorosa).

LAS REGLAS SE HAN HECHO PARA SER CUMPLIDAS, PERO POR AMBAS PARTES (el que las escribe y el que debe cumplirlas para su beneficio.

Mientras se comercialicen los cascos para niños, no infantiles, que vemos en el mercado, yo aconsejaría a la gente que no gaste dinero en esos elementos que solo le servirá a sus niños para no tomar frío.

Espero que mis modestos aportes sirvan para disfrutar de este fantástico vehiculo que tanta pasión despierta,

un abrazo… “MOTOCICLISTAS”.

JUAN ANTONIO CEDRÉS


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